Estas enfermedades gastrointestinales en conjunto abarcan a más de la mitad de la población.
Además del colon irritable, que es de origen tensional, y el reflujo gastroesofágico, que afecta a un 20% de las personas, hay una serie de patologías que son recurrentes en nuestro país.
- Intolerancia a la lactosa: se estima que en Chile afecta a más del 50 % de la población adulta. Es la incapacidad de digerir por completo el azúcar (lactosa) de los lácteos. Esto puede acarrear molestas sintomatologías, tales como diarrea, náuseas, distensión abdominal (hinchazón) y flatulencia (gases).
Es recomendable disminuir el consumo de lácteos ricos en lactosa como la leche líquida, helados, queso y cremas.
- Enfermedad celíaca: Afecta a alrededor del 1% de la población en Chile, es una enfermedad inmunológica gatillada por una respuesta al gluten contenido en las harinas de trigo, centeno y la cebada.
Esta respuesta se puede manifestar de diversas formas como diarrea, vómitos, hinchazón, entre otros, que la pueden hacer fácilmente confundible con el colon irritable.
El único tratamiento efectivo es la dieta sin gluten, además de una correcta educación alimentaria para el paciente, asesorada por un profesional de la salud.
- Enfermedad inflamatoria intestinal: Una de sus características principales es el daño o la inflamación crónica del tubo digestivo. Las más conocidas son la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Se producen por una desregularización del sistema inmune, el que reacciona de forma exagerada frente a las bacterias.
La enfermedad de Crohn o mal de Crohn, es una enfermedad inflamatoria que puede comprometer cualquier segmento del tubo digestivo, desde la boca al ano, siendo los sitios más frecuentes el íleon distal (parte final del intestino delgado) y el colon. Sus síntomas pueden ser muy variados y complejos. Entre ellos cabe mencionar dolor abdominal recurrente, diarrea, fiebre, masas abdominales palpables, fístulas (conducto infectado entre la piel y el ano) y abscesos, vale decir, acumulación de pus generalmente alrededor del ano.
Por otro lado, la colitis ulcerosa se reconoce por el compromiso continuo y progresivo de la mucosa del colon, provocando inflamación y úlceras (llagas) en el tracto digestivo. Afecta el revestimiento más profundo del intestino grueso (colon) y el recto.
Por lo general, los síntomas aparecen con el paso del tiempo y son diarrea con sangre y mucosidades, fiebre, dolor y distensión abdominal (hinchazón).
Muchos conviven con estas patologías sin saber por qué sufren de algunos de los síntomas digestivos relacionados a estas enfermedades gastrointestinales. De ahí la importancia de realizarse un chequeo médico con gastroenterólogos, cuando se está en presencia de la sintomatología.